Con motivo de la conmemoración del cuarto centenario de la muerte de Miguel de Cervantes Saavedra, la Sección de Educación Permanente Puerto de la Torre ha desarrollado una serie de actividades relacionadas con dicha efemérides: relatos, conocimiento de su biografía y obras... y, como colofón, asistimos a la exposición La moda de Cervantes, trajes y personajes del Quijote en el Archivo Municipal de Málaga.
A continuación reproducimos los relatos de nuestro alumno José Luis y nuestra alumna María José:
En un lugar…
Estando en la sala de espera del médico lo que comenzó como un murmullo acabó convirtiéndose en estruendo, dándose codazos la gente por adelantarse algo extraordinario debía estar ocurriendo! Finalmente abrían sitio para que pasaran dos personajes insólitos, eran D. Quijote de La Mancha, ingenioso hidalgo salido de la pluma de D. Miguel de Cervantes Saavedra, pulcramente vestido, manteniendo en sus flacos brazos a su inseparable y abnegado escudero, maltrecho y desarrapado. ”Dejen paso a un hombre herido”, vociferaba rotundo Don Quijote que exhausto por el esfuerzo contó lo siguiente: “saliendo de la Ínsula encontramos un rebaño de mofetas que pastaban hociqueando en un huerto de espléndidas lechugas ,que Sancho le dijo que eran tomates pero que Don Quijote mantenía, sin lugar a dudas, que eran brujas corujas a las que había que atropellar, pues de lo contrario estaba el mundo predestinado a sufrir sus maléficos augurios, que la gente moriría de inmediato de risa traicionera y enfermedades raras. Así pues sin contemplaciones Don Quijote arremetió contra los bichos hediondos. Mató a unos cuantos, pero los demás que eran miles tiraron al suelo al que montaba un borrico viejo y… en ese momento me desperté.
Málaga acoge a Don Quijote
En un lugar de Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme…-Sería conveniente y necesario para mi honra y al servicio de todos los desdichados y como Caballero Andante de Castilla, solicito abrirme paso por nuevas tierras con mi armadura, mi caballo, mi escudero en busca de aventuras. En el servicio de la caballería desharé desagravios e injusticias y siento que ya está todo hecho en esta Tierra mía.Cierto pintor hechicero que lanzó sobre mí este sortilegio de apartar los gigantes y convertirlos en molinos de viento hizo mancillar mi figura frente a mi Dama.Partiremos antes del amanecer, ¡Sancho encilla los caballos!-.La luna de verano deslumbraba y un centenar de estrellas serpenteaban guiando un sinfín de aventuras.Siguiendo las aves que podía tocarlas, graznaban sonidos que el interpretaba como guías de su destino sintiendo la llamada del mar.Despertó junto a la Costa a los gritos de un patrón marinero que gritaba a los que tiraban del copo con fuerza hacia la vieja barca de madera y todos dejaron la faena con la boca abierta viendo como un loco enredaba la lanza oxidada entre las cuerdas cayendo al mar sin remedio con esa pesada armadura de lata que les hace difícil salvarlo de los brazos de las olas, para el titanes.Todos perplejos ante tal envergadura que deciden complacerle y se adentran en el mar a remos formando parte del cuento.Don Quijote se encuentra mar adentro con su ejército de hombres armados con flechas y espadas cuando solo son cuerdas y remos de madera.A lo lejos un velero junto al Puerto y una torre que lanza destellos donde él ve a su Dulcinea cautiva en lo más alto con un mar embravecido y los titanes con brazos abiertos como gigantes y se lanza en duelo contra las telas cayendo de nuevo al mar y lleno de heridas y golpes es arrastrado a la orilla.Esperando su caballo Rocinante y su vasallo asustados por las peripecias y este levanta la mirada hasta la montaña donde descansa El Castillo.-¡Mirad esa luz en la almena que me desvela el paradero de Dulcinea!, mi bella dama en cautiverio.Con aires de Hidalgo erguido sobre su caballo seguido de su lacayo a lomos de un asno sube la cuesta de La Coracha abriéndose camino entre el gentío.Señoritas de corsé ajustado y faldas almidonadas con alpargatas de esparto con cántaros en la cintura que bajan el empedrado a buscar agua. El Cenachero con su balanza en la espalda, sus cenachos colgados trueques de chumbos por pescados. Este subiendo se dirige altanero entre el gentío, unos ríen, otros se extrañan y él siente bienvenidas y alabanzasUn pintor junto a las deterioradas murallas del Castillo con sus lienzos de bosques de pino que a estos muros le sirven de abrigo, un paisaje infinito de amaneceres dorados, atardeceres rojos, La Farola, El Puerto, los barquitos y el Caballero se siente gallardo y castizo liberado de todo hechizo protegiendo a su Dama y al Castillo de Reyes con turbantes y lanzas de oro que están desembarcando dispuesta una nueva aventura que
Málaga le aclama a este justiciero…
Nuestra alumna María Victoria también participa en la conmemoración realizando unos estupendos dibujos de Don Quijote y Sancho Panza:
SEP Puerto de la Torre
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