Esta semana José Luis Gessa nos ha regalado un poema para afrontar este otoño recién estrenado.
Os animamos que sigáis escribiendo para el Desván de la escritura.
LL
E G Ó E L O T O Ñ O
Incipiente
otoño,
ya
no se ven los bastoncitos
nacarados
del limonero,
ya
se llevó el aire el concierto
prístino de los trinos de
los pardales.
Ya
se nota en el aire que gime
con
profundo desconsuelo,
sobre
los campos con nombres
de
soledad y caricias del rocío.
Ahora
tendré que esperar
como
hace un año,
que
suba la savia que da vida y verdor
a
la rama seca donde nace la flor.
Ahora,
como hace un año,
comienzo
mi encomiable batalla
de
encontrar lo para mi ignoto,
esculpiendo
mi futuro inasible,
mi
visión etérea, volátil e intangible
del
crepúsculo en que vivo.
Bienvenido
tiempo de carnal plenilunio
de
mutuos contactos cordiales
progresista
y diacrónico augurio.
Mi
ansiedad me anima y me estimula
a
seguir y vivir mi destino inescrutable
incrustado
en la sana pluralidad
que
enriquece y dignifica.
Málaga,
en septiembre de 2.016.
(J.L. Gessa)