viernes, 19 de enero de 2018

GABRIELA MORREALE DE CASTRO

LA  PRUEBA DEL  TALÓN

     
      Cada vez que muere una mujer, el mundo está de luto.

     La mujer y el hombre fueron  creados por Dios, fundamentalmente,  para hacer germinar la vida, para perfeccionarla y conservarla ad infinitum.              
La presencia de la mujer en la vida, su hegemonía en lo social ha variado a lo largo y ancho de la historia del mundo. En un principio debía limitarse a ser esposa y madre, compañera del hombre en su trayectoria vital; más tarde ha ido convirtiéndose en un puntal en lo que se refiere a las cuestiones  sociales,  consiguiendo, de un modo holístico, relevancia social en todos los órdenes, hasta conseguir, en lo puramente humano, la total igualdad con respecto a las prerrogativas masculinas.

            Pero esta mujer que ha muerto, sobresale en lo insigne de la naturaleza humana. Su nombre: GABRIELA MORREALE DE CASTRO, italiana de nacimiento, pero española por devoción. Estudió en la Universidad de Granada, obteniendo la licenciatura en Ciencias Químicas. Se especializó en Endocrinología y Nutrición, desarrollando la mayor parte de su actividad en el Instituto de Investigaciones Biomédicas “Alberto Sols” de Madrid, centro mixto del CSIC.

            Enumerar en éste, que quiere ser un breve relato del tránsito de su historial académico y social, de todo lo que le debe la Ciencia a esta ilustre y benemérita mujer, es, a todas luces, de un optimismo opresivo, sin embargo se hace ineludible  optar por sintetizar una pequeña parte de su trayectoria como científica y como ser humano. Cada uno de nosotros puede ser en cada instante de su vida una persona que con las cartas que le han tocado juega su mejor juego o también  podemos ser una persona que, le toquen las cartas que le toquen, siempre las jugará mal.

            Esta tarea de aflorar nuestro verdadero ser no es fácil, y sin embargo sí es posible aunque requiera de nosotros un enorme compromiso. Un primer paso que podemos dar es el de abrirnos con humildad y con entusiasmo a la idea de que dentro de nosotros, seamos ricos o pobres, guapos o feos, hay algo de extraordinaria grandeza que viene determinado por lo que somos no por lo que tenemos. Todos nos hemos encontrado en alguna situación difícil y, de repente algo ha surgido en nuestro interior, como una chispa inesperada y sorprendente que nos ha hecho ver la solución a nuestro problemática situación. De donde ha salido eso? Decía Albert Einstein: …en la vida o nada es un milagro, o todo es un milagro. Solo un compromiso firme y una paciencia llena de confianza evitarán que abandonemos antes de completar el proceso de aprendizaje, todos los científicos que una vez hicieron un descubrimiento importante se aferraron a su teoría, como una lapa se aferra a la roca

            Y esto es lo que hizo la esclarecida y eminente persona que glosamos en este burdo relato  para lograr los éxitos académicos, científicos y humanos que adornaron su esplendorosa vida. Sin petulancia espuria, sin jactancia prepotente, con humildad granítica y modestia extremosa, dio a luz infinidad de teorías y hallazgos que han  enriquecido el arcano de la vida humana.

            Demostró, mediante determinaciones precisas de yodo en agua y orina, que la incidencia del bocio estaba estrechamente ligada a la deficiencia de aquel elemento. Así comienza su brillantísima carrera científica junto a su esposo Francisco Escobar del Rey, médico y cirujano español, que junto a ella fueron precursores de la endocrinología moderna en España.. Ambos tuvieron una contribución decisiva en el campo de la fisiopatología tiroidea. Ambos se especializaron en el estudio de la glándula tiroidea y desarrollaron el concepto de que había una estrecha relación entre el metabolismo de la T4 y su actividad hormonal. También demostró Gabriela que la placenta no es impermeable a las hormonas tiroideas, y que la transferencia de hormona tiroidea de la madre al feto en etapas muy precoces del embarazo, es relevante en el desarrollo cerebral del feto. Este trabajo tuvo un gran impacto en lo que se refiere a la salud pública, ya que a partir de entonces se implantó en España la técnica de detección precoz del hipotiroidismo congénito, gracias a la medida del TSH y T4 en la sangre del talón de los recién nacidos, evitando un sinfín de casos de cretinismo.

            Es cierto que tuvo muchas dificultades para convencer a las autoridades sanitarias hasta obtener su consentimiento en la necesidad de implementar la yodación de la sal común para asegurar un nivel de ingesta de yodo adecuada.

            Fue Presidenta de la European Tryroid Association y de la Sociedad Española de Bioquímica, y de otras muchas Academias e Instituciones donde dejó su impronta exquisita, como persona e investigadora. Contribuyó a la formación de varias generaciones de científicos a los que ha transmitido el rigor experimental y la preocupación por la salud de poblaciones en riesgo. Fue una de las investigadoras más importantes a nivel mundial, y precursora de la endocrinología moderna. Su invención más notoria fue La Prueba del Talón.

            La prueba del talón es una prueba clínica de detección precoz de las enfermedades metabólicas congénitas. Consiste en efectuar unas punciones en el talón que se realiza a los neonatos para la obtención de una muestra de sangre que se utiliza  para detectar patologías como:

·         Hipotiroidismo congénito.
·         Hiperplasia Suprarenal congénita.
·         Hiperfenilalaninemias o Fenilcetonuria.
·         Hemoglobinopatías congénitas.

            Mediante esta prueba se pueden detectar graves alteraciones cerebrales y neurológicas, trastornos de crecimiento, problemas respiratorios y otras complicaciones severas para el desarrollo. Es importante su detección mediante análisis clínicos pues los niños pueden no presentar signo aparente tras el nacimiento pero su existencia provoca serios problemas de salud en los primeros meses de vida.

            La prueba del talón fue desarrollada  por Robert Guthrie en 1957  para detectar la enfermedad congénita  fenilcetonuria (PKU). En España, la prueba fue desarrollada por la pareja formada por la química italo-española Gabriella Morreale de Castro y su marido, el doctor en medicina español Francisco Escobar del Rey .

            En 1976 tanto Gabriela como su marido iniciaron un programa a nivel nacional de prevención de la subnormalidad por hipotiroidismo congénito basado en la prueba del talón, lo que permitió el diagnóstico precoz y el tratamiento con hormona tiroidea de niños que, de no haber sido tratados previamente, hubieran desarrollado inevitablemente deficiencia mental profunda. Pocos años después Unicef adoptó la prueba y comenzó a aplicarla en todo el mundo, y desde 1990 la OMS recoge en su tabla de derechos el consumo de yodo durante el embarazo y la primera infancia.

            Su trabajo, por tanto, ha tenido un gran impacto en acciones de salud pública que han evitado miles de casos de cretinismo y deficiencia mental grave. Según cálculos de sus colegas, esta prueba previene el retraso mental grave de aproximadamente 150 niños al año.

            Además de estudios básicos sobre el metabolismo de las hormonas tiroideas, la Dra. Morreale demostró el papel fundamental que ejerce la hormona tiroidea materna en el desarrollo del cerebro fetal. Estas investigaciones y su empeño personal en la interacción con las autoridades sanitarias han conseguido el acceso a la sal yodada para la población española y la suplementación sistemática con yodo en las embarazadas.

            Gabriela Morreale fue Presidenta, Consultora y Divulgadora de un sinfín de Instituciones Sociales académicas  y de Salud, imposibles de enumerar aquí, en este breve bosquejo de su laboriosa, sugerente e impagable pertinencia de sus hallazgos  científicos y su labor docente.  Baste con enunciar los premios obtenidos para siquiera entrever los galardones obtenidos a lo largo de su extensísima y prolífica trayectoria humana y científica.

PREMIOS

A lo largo de su prolífica carrera, en la que ha recibido una gran cantidad  de galardones  científicos, entre los que destacan:

· 1977 – Premio Nacional de Investigación en Medicina (compartido con marido Francisco Escobar.
· 1983 – Premio Reina Sofía de Prevención de la subnormalidad ( con F.Escobar y A. Ruiz Marcos).
· 1985 – Premio de Investigación de la European Thyroid Association.
· 1997 – Premio Nacional de Investigación Médica Gregorio Marañón.
· 1998 – Premio Rey Jaime I de Medicina Clínica.

     GABRIELA MORREALE HA MUERTO, pero nos deja su impronta, valores humanos que nos hacen crecer, aquellos que mueven al ser humano a encontrar lo mejor que hay en su interior; a cooperar en lugar de competir, buscar la verdad por encima de obsesionarse con tener razón y a escuchar y trabajar con saña. Experiencias magníficas, acertadas y sentidas, como todas las suyas; enriquecedoras, de una vida dedicada a los demás, palpitantes, de esa aromada sensibilidad de que sólo un espíritu como el suyo tan fino y tan ardiente son capaces de esparcir.

     Aún me faltan palabras para rendirte pleitesía insigne Gabriela, pero la tarde se va poniendo malva y rosa bajo el oro viejo del crepúsculo.

     ¡QUE DIOS TE BENDIGA!






            Para tí ya no hay jornadas ni caminos,

            prosiguen sin cansarse,

            cauces y espigas, multitud, urgencias

            que te tocaron. Cuando penetraste.

            Virgen siguió. Y sin tí, murió el otoño.

                                                                                                                 Málaga, en enero de 2018.                                      

                                                                                                                             ( José Luis Gessa)

No hay comentarios:

Publicar un comentario